En el pasado siglo la economía de subsistencia de los pueblos de esta comarca leonesa hacía que las gentes se dedicasen, a pequeña escala, a la agricultura y a la ganadería. Así eran abundantes las explotaciones ganaderas de carácter familiar, con tres a seis vacas, la pareja de vacas uncida para tirar del carro, las eras para trillar y las calles de tierra llenas de boñicas.
Un servicio común que ofrecía el pueblo a sus vecinos era el potro de herrar, donde se inmovilizaba al ganado, sobre todo vacas, para herrarlo y practicarles determinadas curas más comodamente y sin peligro.
Hoy en día los potros son auténticas reliquias en los pueblos en que se conservan. Por ello se ha cambiado recientemente la ubicación del potro de herrar de Lugán y es casi un monumento a enseñar a los visitantes, pues el viejo potro de nuestros abuelos que se había conservado en las obras de asfaltado de las calles y encauzamiento de la presa de Sol Reguero y que servía de lugar de reunión de los jóvenes en sus horas de ocio, ha sido adecentado y reubicado al final de la calle Las Eras, por encima del caño.
Nueva ubicación del potro de herrar restaurado en la calle Las Eras, desde septiembre 2008Un servicio común que ofrecía el pueblo a sus vecinos era el potro de herrar, donde se inmovilizaba al ganado, sobre todo vacas, para herrarlo y practicarles determinadas curas más comodamente y sin peligro.
Hoy en día los potros son auténticas reliquias en los pueblos en que se conservan. Por ello se ha cambiado recientemente la ubicación del potro de herrar de Lugán y es casi un monumento a enseñar a los visitantes, pues el viejo potro de nuestros abuelos que se había conservado en las obras de asfaltado de las calles y encauzamiento de la presa de Sol Reguero y que servía de lugar de reunión de los jóvenes en sus horas de ocio, ha sido adecentado y reubicado al final de la calle Las Eras, por encima del caño.
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