En la fachada frontal de la iglesia, en su lado izquierdo, se encuentra un reloj de sol vertical.
El reloj de sol es un instrumento usado desde tiempos muy remotos con el fin de medir el paso de las horas, minutos y segundos. Se le denomina también cuadrante solar. Emplea la sombra arrojada por un gnomon o estilo sobre una superficie con una escala para indicar la posición del Sol en el movimiento diurno. Según la disposición del gnomon y de la forma de la escala se puede medir diferentes tipos de tiempo, siendo el más habitual el tiempo solar aparente. La ciencia encargada de elaborar teorías y reunir conocimiento sobre los relojes de sol se denomina gnomónica.
Cuando se usa un reloj de sol para medir el tiempo, rápidamente se hace notar que no indica la misma hora que nuestros relojes de pulsera. Las diferencias son debidas a varias razones:
1ª. Por razones económicas nuestros relojes se adelantan en invierno (desde la última semana de Octubre hasta la última semana de Marzo) una hora sobre el horario solar y dos horas durante el verano.
2ª. El tiempo que mide un reloj solar es el tiempo verdadero local, en este sistema la hora es la veinticuatroava parte del tiempo que tarda el sol en pasar dos veces consecutivas por el meridiano local. Este tiempo es variable a lo largo del año, es decir los días y las horas son desiguales, por lo que no es el que usamos en nuestra vida cotidiana, en nuestros relojes de pulsera. Para obtener un tiempo uniforme, nos inventamos un sol ficticio o medio cuyos pasos diarios por un determinado meridiano se produjesen a intervalos regulares de 24 horas. Este sol medio se supone que se mueve de forma uniforme sobre el plano del ecuador celeste. Al tiempo definido con este sistema se le llama tiempo solar medio y es el que regula nuestra vida diaria. Por supuesto, los dos tiempos (verdadero local y solar medio) no coinciden debido a que el movimiento aparente del sol verdadero no se realiza por el ecuador celeste sino por el plano de la eclíptica y además no lo hace con velocidad uniforme. A la diferencia entre los dos tiempos se le llama ecuación del tiempo. Esta ecuación del tiempo se suele dar en forma de tabla o en forma gráfica, varía muy poco de unos años a otros y es otro término que hay que sumar o restar a nuestra lectura del reloj solar.
3ª. La tercera corrección proviene de que nuestros relojes de pulsera realmente dan la hora del meridiano de Greenwich, no la del meridiano de la localidad donde se encuentra situado el reloj solar. Esto supone otra corrección. La diferencia de longitud entre Greenwich y nuestro meridiano se transforma en tiempo a razón de 60 minutos de tiempo por cada 15º de diferencia de longitud. Esta corrección se sumará si nos encontramos al oeste de Greenwich o se restará si nos encontramos al este.
Por ejemplo, la lectura solar hay que corregirla de la siguiente manera:
1ª Añadirle dos horas si estamos en época de verano (final de Marzo a final de Octubre) o una hora en invierno (desde la última semana de Octubre hasta la última semana de Marzo).
2ª En la gráfica de la ecuación del tiempo veremos que para cada fecha del año habrá que sumar o restar a la lectura uno o más minutos.
3ª La diferencia de longitud entre Greenwich y Lugán es de 5º 20´ W (5,33º), que corresponden en tiempo a 21,32 minutos (»21 minutos). Por este concepto siempre hay que sumar 21 minutos
Pero hoy en día, con los modernos relojes de pulsera, los cuadrantes solares han quedado desfasados, pero están orientados y aun cuando nosotros no sabíamos interpretarlos no faltan quienes recuerdan como sus abuelos decían las horas cuando los relojes mecánicos eran un artículo absolutamente de lujo y por tanto raros en pueblos como el nuestro; en el que además no podemos presumir de un nivel de conocimiento de astronomía y geometria imprescindibles para que fuesen realmente útiles,,,,y no eran solamente un mero adorno.
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