07 julio 2011

Paneles turísticos



 Sobre la procedencia del nombre de Lugán existen varias teorías; pudiera venir del latín "lucus" que significa monte importante o monte sagrado y de "lucis grandis" derivaría el nombre de Lugán. Otra teoría apunta de que el nombre de "Lucanus" fuera el de su primer poblador, pues ya aparece documentado en el año 822 alguien con ese nombre. La tercera teoría considera la raiz celta de LUG, una antigua divinidad asociada a la luz de los pueblos del norte y como está presente en otras localidades como Lugueros, Lugo.
Lugán no pertenecía a ningún señorio, tenía personalidad propia que había comprado al rey Felipe II en 1583 y, consecuentemente, la condición de villa. Años más tarde, en algún periodo difícil, se integró en el señorio del Marquesado de Toral y desapareció con ello tal condición, pero al ser abolidos los señorios en el siglo XIX, la recuperó según consta en los documentos, diciéndose VILLA DE LUGÁN,
Entre los factores determinantes para la formación y crecimiento de esta población están: La antigua calzada romana que cruzaba el río Porma al norte de la localidad de Castrillo, continuando hacía Ambasaguas y Palazuelo de Boñar, en dirección a Boñar, que en las campañas del emperador Augusto sirvió a los romanos para el cerco de astures y cántabros; el camino de Santiago secundario, que pasaba por esta zona, para unirse en la ciudad de León con el camino francés;  pues en Lugán existió una Obra Pía de Misa de Alba, que entre otras funciones tenía la de atender a los peregrinos, por lo que es muy posible que esta localidad fuese fin de una de las etapas. Por último, en época posterior cobran absoluto protagonismo la Casa de los Guzmanes, Marqueses de Toral y Condes del Porma, familia noble que contaba con numerosas tierras en la comarca, lo que contribuyó al enriquecimiento de la región y con él, al aumento de población.
Hay antiguas constancias documentales de Lugán. La primera data de 1.272 y se refiere a los bienes que poseían en esta localidad el matrimonio formado por Gonzalo Morán y Elvira Rodríguez. Otro documento de 1.279 detalla como ya existían dos barrios, el "de arriba" y el "de abajo". El censo de población de 1.587 detalla Lugán como Arciprestazgo de Rueda, contando con una población de aproximadamente 130 personas.
Una gran fuente de riqueza de la localidad fue el "Beneficio curado de Lugán", ingresos de tipo religioso relacionados con el usufructo de fincas, diezmos, etc. que durante los siglos XV al XIX fueron muy cuantiosos, llegando a igualar el monto al del Deán de la Catedral de León.
En este pueblo encontramos antiguos restos de su autarquía, cuando el sistema de vida les obligaba a una práctica de autosuficiencia, realizado enteramente en madera y protegido por una cubierta de teja.
Lugán cuenta con dos edificios religiosos, una iglesia y una ermita. La iglesia de San Tirso data de finales del siglo XVI y está construida en piedra sobre otra anterior del siglo XII. Tiene un escudo de presentación sobre la puerta de acceso al templo y en su interior importantes obras como el retablo renacentista en la pared del altar fechado en 1.628, con columnas salomónicas del siglo XVII obra de Raúl Herrero; a la izquierda del altar, un retablo del Calvario con un Cristo crucificado, la Virgen y San Juan. La pieza más interesante del templo es la talla de Santa Catalina de Alejandría, con preciosos retocados policromos que estilísticamente responde a transición entre románico y gótico.
La ermita de San Antonio de Padua data de 1.866 y es de pequeñas dimensiones y nave única. Fue construida por los cofrades de la hermandad, que mano a mano, y con piedras del río, la levantaron. Así se constituyó la cofradía de San Antonio, que aún hoy continúa existiendo y organizando la fiesta el segundo domingo de junio.

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